Respondemos las dudas que tengas de Arrels.
¿Quiénes somos?
Somos una fundación privada que, en Barcelona, ayuda a las personas sin techo a conseguir una vida lo más autónoma posible. En paralelo, hacemos tareas de sensibilización social sobre los problemas de la pobreza en nuestro entorno, denunciamos las situaciones injustas y aportamos propuestas y soluciones para acabar con este problema. Arrels nació como respuesta a las inquietudes de un grupo de voluntarios que veían de cerca los problemas de las personas sin hogar. Actualmente, continúa siendo una entidad de voluntariado aunque tiene el apoyo de medio centenar de personas contratadas.
¿Qué servicios ofrecemos?
En nuestra sede del Raval tenemos el Centro Abierto, un espacio de acceso libre que funciona por las tardes de lunes a sábado y que ofrece servicios de duchas, consigna, ropero y dispensación farmacológica. También gestionamos la residencia Pere Barnés, un equipamiento de estancia temporal para personas sin hogar con un estado de salud frágil. “La Troballa” es nuestro taller pre-ocupacional. Un equipo de voluntarios y un trabajador recorren las calles de la ciudad visitando a las personas sin techo, acompañándolas y dando respuesta a las necesidades que puedan plantear, como ir al médico, al hospital o buscar un alojamiento.
¿Cuántas personas hemos atendido?
Desde la creación de Arrels en 1987, hemos atendido a más de 9.000 hombres y mujeres sin hogar y la cifra no para de aumentar. Sólo en 2014 atendimos a 1.600 personas, 665 por primera vez. En 2014 hemos visitado a 611 personas directamente en la calle, un 40% más que en 2013, y 306 de las cuales por primera vez. El centro abierto ha acogido a 1.107 personas y se ha ofrecido alojamiento a 231 personas.
¿Quiénes son las personas que atendemos?
El 89% son hombres y el 11% mujeres, y por edades, el 72% ocupa la franja entre los 35 y los 64 años. Según su origen, el 38% de las personas atendidas durante 2014 son catalanas y el 33% del resto del Estado, el 18% proceden de países europeos comunitarios y el 11% son extracomunitarias y se encuentran, mayoritariamente, en situación irregular.
¿Por qué ayudamos a más hombres que mujeres?
Porque las mujeres tienen muchas más herramientas y recursos que los hombres, sobre todo psicológicas, para evitar acabar en la calle. Acostumbran a tener una red social de familiares y amigos mucho más fuerte que el hombre y no dudan en buscar apoyo antes de llegar a situaciones desesperadas. Los hombres, por razones culturales, tienen más problemas para pedir ayuda.
¿Ha cambiado el perfil de la persona atendida desde que Arrels empezó a trabajar?
El perfil ha ido evolucionando a medida que han aumentado las desigualdades sociales, aunque el hombre continúa siendo mayoritario. Las nuevas personas atendidas acostumbran a ser más jóvenes y muchas provienen de países de fuera de la Unión Europea y se encuentran en situación administrativa irregular.
¿Cuántas personas han rehecho su vida después de pasar por Arrels?
Recuperar la vida anterior es prácticamente imposible porque los fundamentos que la sostenían se han roto. Es más fácil conseguir recuperar la máxima autonomía personal mediante un complejo trabajo de reconstrucción personal y vital que ocupa muchos años. Uno de los principales problemas al que nos enfrentamos para conseguir esta meta es la edad de las personas atendidas: la mayoría supera los 50 años.
¿En qué se gasta el dinero y de dónde sale?
El 60% del presupuesto lo obtenemos de las cuotas de los socios, de las donaciones puntuales, de empresas y de fundaciones; y de las aportaciones de los mismos residentes. El 40% proviene del Ayuntamiento de Barcelona, otras administraciones municipales, la Generalitat de Cataluña y el Estado. El resto son aportaciones de patrocinios, herencias, entidades religiosas, escuelas, etc. El 73% de nuestro presupuesto se destina a la atención directa, el 10% a la sensibilización social y el 17% restante a la estructura interna de la entidad.
¿Por qué no se dedica todo el presupuesto a la atención directa?
El gasto en estructura es básico para garantizar el funcionamiento de la Fundación. En el caso de las ayudas públicas, suponen un 40% de nuestros ingresos y se invierten en el mantenimiento de la residencia Pere Barnés, un equipamiento que atiende personas con una situación social y de salud muy crítica. 25 plazas están concertadas con el Ayuntamiento de Barcelona en un 90% y 5 más están subvencionadas por el Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales de la Generalitat.
¿Cuántas personas trabajan en Arrels?
En Arrels, actualmente, trabajan cerca de 400 voluntarios y 47 profesionales. El 81% de los voluntarios se dedican a la atención directa, mientras que el resto se reparte entre tareas de sensibilización e incidencia política, y estructura interna. De los profesionales contratados, 30 coordinan el trabajo de atención directa, 12 trabajan en tareas de estructura y 5 en sensibilización e incidencia política.
¿Qué requisitos se necesitan para hacerse voluntario de Arrels?
Para hacer un voluntariado en Arrels no se precisa tener una formación específica, pero sí que pedimos que la persona tenga más de 22 años y que se pueda comprometer una vez a la semana.
¿Trabajamos en red?
Trabajamos en estrecha colaboración con los servicios sociales públicos de la ciudad y con administraciones a diferentes niveles. Formamos parte de la Red de Atención a Personas Sin Hogar (XAPSLL), plataforma que reúne una treintena de entidades de Barcelona que acompañan a las personas que viven en la calle. Entre otras, también participamos en FEANTSA, red europea que aglutina entidades expertas en personas sin hogar de todos los estados.
¿Hay una cuota mínima para hacerse socio?
No hay ninguna cuota mínima para hacerse socio. Además, tanto los donativos puntuales como las cuotas periódicas de los socios y donantes desgravan en Hacienda porque somos una fundación. A parte de las donaciones y cuotas, también se puede colaborar con un préstamo solidario con retorno inmediato, cediéndonos pisos o donando ropa y comida.
¿Cuáles son nuestros retos de futuro?
Nuestros cuatro retos prioritarios de futuro son: Ampliar el equipo de calle con nuevos itinerarios por la ciudad, nuevos equipos con más voluntarios y nuevos horarios; abrir nuevos pisos para facilitar alojamiento estable a más personas; ampliar el horario de los servicios higiénicos (duchas, afeitado, peluquería y ropero); y ofrecer un servicio psicológico a las personas con más dificultades.
¿Es posible erradicar el fenómeno sin techo?
Es muy difícil erradicar este problema y ahora mucho más por culpa de la crisis económica, pero sí que es factible disminuirlo al máximo. Para conseguirlo ha de incidirse primero en las causas y acabar con las desigualdades sociales.