Faustino
Un año y medio sin hogar.
“Tengo 53 años, he trabajado toda mi vida y ahora estoy sin trabajo, con la cuenta a cero. Tengo el título de maestro industrial y fui monitor de alta montaña hasta que tuve un accidente. De ahí me vienen los problemas de espalda.
A los 25 era cocinero. He sido jefe de cocina y he trabajado en muchos sitios. Pagaba el alquiler y ahorraba para pasar los meses de fuera de temporada. En mi último trabajo me dijeron que no contaban conmigo. Probé en otro sitio pero no me llamaron. Hasta que no pude pagar el piso. Entonces hablé con Arrels; allí también había trabajado. Me facilitaron un piso, al menos tengo un techo.
Se me pasa de todo por la cabeza. Estás sin trabajo ni piso, sin una paga para malvivir. ¿Qué haces? No pensaba que me pudiera quedar en la calle. Me da vergüenza pedir ayuda porque no estoy acostumbrado.
Con la crisis lo veo mal. No hay ayudas para todos, porque como yo hay muchos. Es vergonzoso que haya tantos pisos vacíos. Los ricos son más ricos y los pobres más pobres, y si pierden el piso aún deben pagar al banco. Muchos no levantarán cabeza.
Aquí me ayudan a tener un techo pero me gustaría que me ayudaran a buscar trabajo. Estoy peor de la espalda y no podré hacer el trabajo de antes, pero puedo aprender otros.
Me quedan 15 años para jubilarme; si no trabajo ¿qué hago?”