¿Te imaginas que los candidatos y candidatas a la alcaldía de Barcelona vivieran en la calle?


El derecho a la plena ciudadanía tiene que ver también con el derecho a presentarse como candidato o candidata a unas elecciones, poder hacer propuestas políticas e incidir en la sociedad; pero, ¿te imaginas que un candidato o candidata viviera en la calle? Hemos transformado algunos candidatos de las principales formaciones que se presentan a la alcaldía de Barcelona para evidenciar cómo de inverosímil es el hecho de que una persona sin hogar pueda transformarse en un actor político de peso.

En concreto, hemos adaptado los carteles de campaña de Ernest Magarall, Ada Colau, Jaume Collboni y Xavier Trias, transformando las imágenes de los candidatos y candidatas y sus mensajes y lemas electorales, llevándolos a una situación de sinhogarismo, en una acción que se incluye en la campaña #nadiesinderechos que desde Arrels impulsamos estos días durante la campaña electoral. Los carteles que ahora presentamos representan a cuatro candidatos y candidatas, pero el mensaje se dirige a todas las personas candidatas. Hemos realizado esta trasformación mediante inteligencia artificial; hemos elegido los candidatos y candidatas de las formaciones que actualmente tienen más representación en el consistorio.

Necesitamos políticas transformadoras que luchen contra el sinhogarismo en el ámbito municipal y visibilizar el hecho de que las personas sin hogar están excluidas, en la práctica, del derecho a la plena ciudadanía: no podrán presentarse como candidatas a unas elecciones, hacer propuestas políticas e incidir en la sociedad; muchas veces, tampoco tienen derecho a voto.

“Cuando vivía en la calle, yo no votaba a pesar de ser ciudadano europeo. Para empezar, hubo un momento en el que no tenía documentación porque me la habían robado. Además, no estaba pendiente de si había elecciones o no; no es algo que sepas cuando vives en la calle. Si te enteras de que hay elecciones, es porque hay más controles policiales en la calle”, explica Giorgio, quien interpreta el papel del cabeza de lista de la candidatura de Arrels.

 

Solo el 32% de las personas que viven en la calle en Barcelona podrán votar

La ley establece que en unas elecciones municipales pueden votar las personas con nacionalidad española, las personas comunitarias y las personas extracomunitarias de quince países concretos con los que el Estado español tiene un convenio recíproco. Además, tienen que tener documentación y estar empadronadas.

La mayoría de las 1.200 personas que viven en la calle en Barcelona no pueden estos requisitos. Entre ellas, 7 de cada 10 son personas migradas. Un 27% ha nacido en otros países de la Europa comunitaria, un 43% ha nacido en países extracomunitarios y un 28% ha nacido en el Estado español. Destaca el hecho de que 1 de cada 4 personas (26%) dicen no estar empadronadas en ningún lugar, la mayoría de los cuales (62%) porque no tienen documentación.

A partir de la encuesta de Arrels de junio de 2022, calculamos que solo un 32% de las personas que viven en la calle podrían votar en Barcelona en estas elecciones. Son personas empadronadas en la ciudad (el 53% del total), pero que, además, tienen nacionalidad española o una de las nacionalidades de los quince países no comunitarios con un convenio recíproco con el Estado español para votar en las elecciones municipales. El 38% de las personas empadronadas tienen nacionalidades extracomunitarias (y de las cuales, solo un 4% tiene alguna de las quince nacionalidades con convenio). El resto de personas tienen nacionalidad sin convenio (91%) o no sabemos qué nacionalidad tienen (4%).

“El hecho de vivir en la calle implica que tienes muchos problemas y que en el día a día puedes llegar a no percibir la falta de derechos a la cual estás expuesto. A lo largo de la historia, varios colectivos han sido desposeídos del derecho a voto, un derecho que establece el acceso a los espacios de decisión donde se marcan las reglas que condicionan la vida de toda la sociedad. Las personas sin hogar, en la práctica, están excluidas de estos derechos”, afirma Ferran Busquets, director de Arrels.

El padrón, un tema clave en cuanto al acceso a los derechos

Las personas que viven en la calle ven sus derechos vulnerados, incluida la posibilidad de empadronarse en el municipio donde viven. En Barcelona, muchas personas sin hogar están empadronadas sin domicilio fijo, a pesar de que el trámite es complicado y hay personas que no logran empadronarse.

En otros municipios, las personas sin hogar encuentran aún más dificultades para empadronarse, ya que los ayuntamientos se lo niegan, incumpliendo así la ley. En teoría, todos los municipios del Estado están obligados por ley a empadronar a sus vecinos y vecinas, tengan o no un hogar; pero en la práctica, los ayuntamientos incumplen sistemáticamente la ley.

 

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