La mayoría de las personas que duermen en la calle vuelven a estar en esta situación tras recibir el alta hospitalaria. Además, 1 de cada 4 no puede tomar los medicamentos recetados y un 25 % no tiene cobertura dentro del sistema sanitario público catalán. Son datos que se desprenden del primer Monográfico sobre salud y atención sanitaria a las personas que viven en la calle en la ciudad de Barcelona, elaborado por Arrels Fundació a partir de encuestas realizadas a personas que viven en la calle y de la información recopilada sobre las personas sin hogar fallecidas.
El sinhogarismo implica una vulneración constante de los derechos humanos. En esta ocasión, ponemos el foco en la situación sanitaria y la salud de las personas que viven en la calle. Con la explotación de los datos obtenidos en las encuestas que organizamos para realizar la “Radiografía de una ciudad sin hogar” y los datos sobre las personas fallecidas en Barcelona, hemos elaborado el primer Monográfico sobre la salud y la atención sanitaria de las personas que viven en la calle en Barcelona. Queremos evidenciar la vulnerabilidad de las personas sin hogar en situación de calle, las dificultades que tienen para acceder al sistema de salud y el grave impacto que todo esto tiene en el acortamiento de su esperanza de vida.
¿Cuál es el estado de salud de las personas que viven en la calle?
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En Barcelona, un 42 % de las personas que viven en la calle valoran negativamente su estado de salud, mientras que en el conjunto de la población de la ciudad, la valoración negativa no alcanza el 20 %[1].
Hay una diferencia entre la percepción de enfermedad crónica de las personas sin hogar encuestadas (4 de cada 10) y el conjunto de la población de Barcelona. La principal enfermedad crónica que las personas que viven en la calle declaran sufrir es trastorno mental (33,1 %), seguida de enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis o hepatitis víricas (23,5 %) y de enfermedades del aparato locomotor (17,9 %).
[1]Los datos del conjunto de la población de Barcelona provienen de la encuesta de salud de Cataluña (ESCA) del Departamento de Salud en la región sanitaria de Barcelona ciudad, y se refieren a la población de 15 años o más. Debido al diseño muestral de la ESCA, el cálculo de indicadores según región sanitaria requiere trabajar conjuntamente las muestras de dos anualidades, en este caso, correspondientes a los años 2021 y 2022.
Hay un claro deterioro de la percepción del estado de salud a medida que las personas llevan más de seis meses viviendo en la calle, y a partir de los cinco años, la mitad ya hace una valoración negativa.
La importancia de la salud mental en el abordaje del sinhogarismo
Las personas sin hogar están expuestas a un alto número de eventos estresantes que pueden desembocar en trastornos de estrés postraumático, depresión y consumo de alcohol u otras sustancias. Todo esto confirma la importancia de la salud mental en el abordaje del sinhogarismo.
De las personas en situación de calle que han declarado sufrir una enfermedad crónica, la enfermedad crónica más autopercibida son los trastornos mentales (33 %). Es importante aclarar que no se habla de un diagnóstico sino de autopercepción.
Acceso a la atención sanitaria
Una cuarta parte de las personas que viven en la calle en Barcelona no tienen cobertura sanitaria pública. Las mujeres, las personas más jóvenes y las personas extranjeras son quienes quedan más excluidas. Para estas personas, esto implica que la atención sea generalmente a través de los servicios de urgencias, quedando fuera de la prevención y el seguimiento por parte de equipos médicos.
Un 60 % de las personas que viven en la calle han recibido atención médica en el último medio año, sobre todo aquellas con alguna enfermedad grave (79 %). Casi un 30 % han acudido a urgencias médicas y 2 de cada 10 personas han sido ingresadas en el hospital. De estas, menos de un tercio explican que hayan sido atendidas por algún trabajador o trabajadora social durante el ingreso hospitalario.
En este punto, es interesante comentar que existe relación entre la atención social y la médica: las personas que han recibido atención social explican más a menudo que sí tienen cobertura sanitaria. Además, un tercio de las que han acudido a servicios sociales en el último medio año lo han hecho, entre otros motivos, para pedir ayuda relacionada con la atención a la salud.
Solo al 13 % de las personas que viven en la calle y han sido ingresadas en un hospital en los últimos seis meses se les ha ofrecido algún alojamiento cuando se les ha dado el alta.
Una consecuencia directa de no recibir la visita de un/a trabajador/a social durante el ingreso hospitalario es no poder preparar una buena salida en el proceso de alta médica. Solo a un 13 % se les ofreció un alojamiento cuando se les dio el alta médica. Salir de un hospital y volver directamente a vivir en la calle supone un impacto emocional importante y es poco eficiente en términos de atención médica si se requiere seguimiento, cuidados o medicación importante. El alojamiento de convalecencia resulta esencial para una buena rehabilitación y es una oportunidad para establecer mecanismos de coordinación entre servicios para prevenir nuevos episodios de calle. Ciertamente, no recibir esta visita de un/a trabajador/a social puede darse por diversas circunstancias: desconocimiento de la situación de calle por parte del personal sanitario, la no mención por parte de la persona, equipos de trabajadores sociales en hospitales sobrecargados, entre otros. Es necesario un despliegue de la Estrategia Estatal de Desinstitucionalización en el ámbito catalán, a través de la cual se dediquen más recursos y mejoras en los circuitos y protocolos de prevención en esta etapa.
1 de cada 4 personas no puede tomar algún medicamento que tiene recetado
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El seguimiento farmacológico de las personas que viven en la calle es difícil. Poder seguir una pauta horaria de las tomas, guardar los medicamentos, hacer un buen uso de ellos, preparar y mantener un blíster con la medicación, son acciones que se vuelven complejas cuando se vive en la calle.
El 73 % de las personas encuestadas declaran que no tienen algún medicamento recetado que no estén tomando. El 23 % no están tomando algún medicamento recetado. Este porcentaje parece inferior al que encontramos día a día en Arrels. En muchos casos detectamos que los tratamientos para enfermedades que no “molestan”, es decir, que no provocan dolor ni limitan a la persona, no se siguen.
Propuestas
Muchas de estas situaciones podrían abordarse mediante una atención sanitaria precoz y eficaz, articulando servicios a medida para personas sin hogar en situación de calle. El reto político es entender la problemática del sinhogarismo desde una óptica de la salud como parte fundamental de la dignidad humana y los derechos humanos.
- Desarrollar protocolos de atención sanitaria flexibles que faciliten el acceso de las personas sin hogar. Estas enfrentan más barreras burocráticas y discriminatorias en comparación con quienes no viven en situación de sinhogarismo.
- Facilitar el acceso a una cobertura sanitaria universal para que la mayoría de las personas en situación de calle puedan disponer de cobertura sanitaria; son las personas extranjeras, jóvenes, mujeres y las que llevan menos tiempo viviendo en la calle quienes declaran tener menos cobertura.
- El vínculo entre trabajadores/as, educadores/as, integradores/as sociales y las personas en situación de calle facilita el acceso y la permanencia en el sistema sanitario. La vinculación de las personas en situación de calle a la asistencia sanitaria tiene más éxito cuando intervienen profesionales sociales.
- Las salidas de instituciones médicas de las personas en situación de calle necesitan estar protocolarizadas y contar con soluciones residenciales estables.
- Adoptar enfoques centrados en la persona –de género, de atención informada en trauma, de reducción de daños o étnico-raciales– que se adecuen a las necesidades y dificultades de las personas sin hogar para facilitar la asistencia sanitaria es imprescindible.
Más información:
- Consulta el documento completo del Monográfico.
- Consulta aquí el documento Propuestas para ofrecer una mejor atención sanitaria a las personas sin hogar, trabajado con otras instituciones y entidades que atienden a personas sin hogar.
- Te explicamos cómo, desde Arrels, acompañamos a las personas sin hogar para cuidar su salud.