Recordamos a las personas sin hogar que nos han dejado


Como cada año, queremos recordar a las personas sin hogar que nos han dejado para que sus muertes no caigan en el olvido. Del 21 al 29 de octubre, saldremos a la calle a colocar placas de cartón con el nombre de las más de 550 personas que han muerto los últimos nueve años en Barcelona y el miércoles 30 de octubre estaremos en la plaza de la Catedral en un acto para recordar las personas que nos han dejado los últimos doce meses. Os esperamos para hacer posible #nadiesinrecuerdo.

Susan tenía 51 años y la conocíamos desde el 2018. Era poglíglota y amante de la música. Vivía en las calles del Raval hacía tiempo. No aceptaba ninguna oferta de alojamiento de las que le hacíamos, solo un poco de conversación y tabaco. Finalmente, Susan quiso acceder a un piso y encontró un trabajo, pero no pudo sostener ninguna de las dos cosas. Murió en la calle, dejando claro que a veces el sistema no se adecua a las necesidades de las personas.

Eugen, de 60 años, era inseparable de su perro Pattua y fue la primera persona que acogimos en la LLar Pere Barnés con un animal de compañía. Lo conocimos en 2015 y acompañarlo ha sido un placer: era generoso, alegre y divertido. Cuando murió, a finales del año pasado, dos compañeras de Arrels se pusieron a trabajar para encontrarle un hogar a Pattua. Eugen murió hace unos meses, pero sabemos que respetamos sus deseos: su perro vuelve a tener una familia y un hogar.

Claudio también tenía 60 años y, a pesar de que había perdido el habla, nos regaló momentos inolvidables en las celebraciones de Arrels. Estaba alojado desde hacía unos años en uno de nuestros recursos y era conocido por toda la casa: iba cada día al taller, se apuntaba a las vacaciones de verano… Era un artista polifacético, un bromista incansable, siempre con un gesto amable en el bolsillo y con un corazón que no le cabía en el pecho.

Un recuerdo sencillo, pero poderoso

Claudio, Susan y Eugen son tres de las más de 550 personas que nos han dejado los últimos nueve años en Barcelona. Desde Arrels queremos recordarlas y que toda la ciudadanía las tenga presentes. Por eso, del 21 al 29 de octubre saldremos, acompañadas de grupos escolares, entidades, empresas y ciudadanía, a colocar placas recordatorias allá donde estas personas solían estar. Son placas de cartón que visibilizan sus nombres, las edades y las fechas de defunción y que estarán a los lugares donde estas personas dormían o frecuentaban a menudo. Apúntate a la acción.

Se trata de un recuerdo sencillo que sirve para hacer llegar a la ciudadanía el mensaje de que tener que vivir en la calle supone estar expuesto a muchas vulneraciones de derechos, riesgos y violencias. Vivir al ras también implica no poder cuidarse la salud y sufrir el impacto de todo tipo de inclemencias climatológicas.

Desde Arrels tenemos muy presente la importancia de acompañar a las personas que atendemos hasta el final de la vida. Por eso, si la despedida es previsible, por ejemplo, si alguna persona enferma, estamos a su lado en el centro de salud, cuando llega el momento de decir adiós y en su entierro. Para recordarla comunicamos cómo ha vivido y como ha muerto, y cada año le hacemos una placa de recuerdo que colocamos allá donde vivía. También la recordaremos, junto con otras personas que nos han dejado, en un acto que grita #nadiesinrecuerdo.

Este año, hacemos este acto el próximo 30 de octubre a las 18:30h en la Plaza Nova de Barcelona, ante la Catedral. Allá recordaremos a las personas que, como Claudio, Susan y Eugen, nos han dejado último año. Os esperamos.

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