Ésta es la primera imagen que nos viene a la mente cuando pensamos en las personas sin hogar, pero vivir en la calle es sólo la punta del iceberg. Vivir en un piso sobreocupado, residir de forma temporal en un refugio para mujeres o pasar las noches en el Piso Zero de Arrels son también situaciones de sinhogarismo ya que la persona no dispone de una vivienda digna, adecuada y estable. Estas situaciones de exclusión residencial se dividen en 13 categorías según la clasificación europea ETHOS. Os las detallamos.

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1. Vivir al raso

  • ¿Qué significa? Dormir en la calle sin un techo donde refugiarse.
  • ¿Qué situaciones conocemos? Personas que duermen a la intemperie, bajo un portal, en vehículos o en cajeros.

 

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2. Pernoctar en alojamientos de emergencia

  • ¿Qué significa? Pasar las noches “en albergues o alojamientos de baja calidad” que, por ejemplo, no ofrecen intimidad ni privacidad a la persona.
  • ¿Qué situaciones conocemos? En Barcelona existen tres albergues públicos de entrada libre que funcionan como centros de primera acogida para personas sin hogar. Abren cada noche, son gratuitos y se encuentran en la Zona Franca, en Nou Barris y en Sant Gervasi. Durante la operación frío, en Barcelona también se activan otros espacios de emergencia para dar cobijo a las personas que viven en la calle. El Piso Cero de Arrels también es un recurso nocturno de emergencia ya que acoge de forma temporal a personas que conocemos y que hace muchos años que viven en la calle. Es un espacio acogedor donde duermen diez personas cada noche. A diferencia de los albergues, las personas pueden acceder con perros, bebida y los bultos que normalmente llevan encima ya que está considerado como una prolongación de la calle y la normativa es más flexible.

 

3. Residir en alojamientos temporales para personas sin hogar

  • ¿Qué significa? Vivir en un recurso residencial para personas sin hogar o en alojamientos con apoyo social durante un periodo de tiempo inferior a un año.
  • ¿Qué situaciones conocemos? Uno de los ejemplos es el albergue de San Juan de Dios que ofrece alojamiento temporal a personas que están en una situación inicial de exclusión y que presentan posibilidades de conseguir una reinserción social y laboral. En Barcelona también encontramos centros de estancia limitada para personas sin hogar que deben recuperarse de una enfermedad, un accidente o un postoperatorio: el de la Obra Social Santa Luisa de Marillac dispone de una treintena de plazas para hombres y el de Llar de Pau acoge sólo a mujeres.

4. Residir en refugios para mujeres

  • ¿Qué significa? Vivir de forma temporal en un refugio para mujeres después de haber sufrido una situación de violencia doméstica. La estancia es inferior a un año.

5. Residir en alojamientos para inmigrantes

  • ¿Qué significa? Dormir en centros de acogida o en alojamientos de corta duración para personas inmigrantes en estancias inferiores a un año.
  • ¿Qué situaciones conocemos? Además de los centros que acogen a las personas recién llegadas, también existen alojamientos temporales para que los trabajadores temporeros puedan dormir durante el periodo que dura el trabajo.

 

6. Estar a punto de salir de una institución

  • ¿Qué significa? Estar a punto de salir de una institución penitenciaria, sanitaria o tutelada y no tener un lugar donde vivir.
  • ¿Qué situaciones conocemos? En muchas ocasiones, encontramos personas que salen de la cárcel, de un centro de desintoxicación o jóvenes que cumplen 18 años y tienen que abandonar el centro tutelado donde residen sin saber dónde irán a vivir. También hay personas que tienen que alargar sus periodos de hospitalización porque no disponen de una vivienda para su convalecencia.

 

7. Residir en alojamientos de larga estancia para personas sin hogar

  • ¿Qué significa? Vivir durante un largo periodo de tiempo en residencias para personas mayores sin hogar o en alojamientos para personas que han vivido durante mucho tiempo en la calle. Normalmente las estancias son superiores a un año.
  • ¿Qué situaciones conocemos? Uno de los ejemplos es la llar Pere Barnés, un recurso temporal de Arrels que ofrece alojamiento a personas que han vivido en la calle durante mucho tiempo y tienen una salud frágil, tanto física como mental.

 

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8. Vivir en un alojamiento inseguro

  • ¿Qué significa? Vivir temporalmente con familiares o amigos, vivir en un piso ocupado o en una habitación realquilada de forma no legal son ejemplos de alojamiento inseguro.

9. Vivir bajo amenaza de desalojo

  • ¿Qué significa? Cuando una persona recibe un requerimiento de abandono de la vivienda por no poder pagar el alquiler o la hipoteca y está pendiente del desalojo por orden de un juez también se encuentra en situación de sin hogar por no poder disponer de una vivienda segura.

 

10. Vivir bajo amenaza de violencia

  • ¿Qué significa? Vivir bajo amenaza de violencia por parte de alguna de las personas que conviven en la misma vivienda y haber activado medidas policiales para garantizar la seguridad de la víctima es también una situación de sinhogarismo.

 

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11. Vivir en alojamientos móviles o estructuras temporales

  • ¿Qué significa? Vivir en estructuras temporales o en alojamientos móviles situados en solares o fábricas desocupadas.
  • ¿Qué situaciones conocemos? Hay personas solas o familias con niños que viven en asentamientos y duermen en barracas, caravanas o en estructuras temporales construidas en naves industriales.

 

12. Vivir en una infravivienda

  • ¿Qué significa? Vivir en espacios no aptos para la vivienda según la ley. Éste es el caso de los alojamientos sin permiso de habitabilidad o que no están acondicionados para vivir.

 

13. Vivir en situaciones extremas de hacinamiento

  • ¿Qué significa? Vivir en viviendas sobreocupadas que exceden el estándar nacional de ocupación de personas por vivienda.

 

Las 13 categorías ETHOS describen casos de sinhogarismo y exclusión residencial, pero no tenemos contabilizadas a todas las personas afectadas. No tenemos datos, por ejemplo, de las personas que viven en viviendas sin permiso de habitabilidad, en pisos sobreocupados o en casa de amigos y familiares. Tampoco sabemos cuántas personas que están en prisión, en una institución de salud o en un centro tutelado sufrirán exclusión residencial cuando salgan de estos centros. Faltan datos para dimensionar la problemática, pero sobre todo falta una apuesta clara por la vivienda digna y estable como solución efectiva al sinhogarismo.

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