Durante estos días de más frío, en Barcelona las personas que viven en la calle han sido motivo de preocupación para mucha gente. Ahora que las temperaturas suben un poco, ¿qué pasa con las personas que están acogidas temporalmente? Muchas de ellas no tienen más remedio que volver a la calle. Es necesario articular una Operación Invierno a nivel de ciudad que alcance toda Barcelona y que contemple la participación de las entidades.
Estos días, algunas de las ciudades catalanas han movilizado recursos adicionales para resguardar del frío a las personas que viven en la calle. En Barcelona, además de los recursos habituales para las personas sin hogar, el recurso especial de 108 plazas habilitadas en el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales (CUESB) ha alojado un total de 444 personas durante cinco noches, según datos del Ayuntamiento. A esta cifra se tienen que sumar las 75 personas que cada noche duermen en el Centro de Acogida Nocturna de Emergencias (CANE) entre noviembre y hasta el día 1 de marzo.
Por otro lado, por primera vez la parroquia de Santa Anna de Barcelona (c/ Santa Anna, 29) ha abierto sus puertas para acoger personas que viven en la calle y cada noche ha alojado una media de 60 personas. Des de Arrels hemos salido a la calle para acompañar e informar a las personas sobre los recursos municipales, la parroquia de Santa Anna y la llar residencial d’Arrels, donde se ha habilitado un espacio de 15 plazas para las personas conocidas por el equipo de calle de la Fundación. En el Centro Abierto de nuestra entidad, además, hemos notado que la afluencia de personas se mantiene constante, con una media de 100 personas al día pero las que vienen se están más tiempo. También hemos tenido un aumento de demanda de mantas y de información sobre donde ir estos días de más frío.
En otras ciudades catalanas como Lleida, Tarragona, Girona, Badalona, Sabadell, Teià y Premià de Mar, también se han habilitado recursos especiales para acoger a personas sin hogar, con la implicación de organizaciones, administración y policía municipal.
Propuestas para mejorar la atención a las personas sin hogar
Ahora bien, ¿qué pasa con todas estas personas cuando acaba el frío más intenso? ¿Qué pasa cuando todavía hace frío i, además, llueve? Desde Arrels pensamos que tanto las acciones relacionadas con la Operación Frío como la atención a estas personas durante todo el año pueden mejorar, teniendo siempre en cuenta las necesidades de la persona.
Propuestas a corto plazo para la Operación Frío
- Coordinar una acción de Operación Invierno, no solo cuando llega el frío extremo, a nivel global de ciudad que contemple todas las zonas de Barcelona, poniendo especial atención en aquellas donde más personas duermen en la calle como son Ciutat Vella, l’Eixample y Sants-Montjuic, según el último recuento realizado el mes de Mayo por la XAPSLL.
- Como solución temporal, abrir espacios de entidades, centros cívicos o parroquias distribuidos por toda la ciudad, mientras se trabaja en un plan común de ciudad, para aquellas personas que no quieren acceder a los recursos municipales.
- Impulsar soluciones alternativas, aunque no sean definitivas, que se acerquen más a la realidad de las personas sin hogar. La idea de abrir algunos vestíbulos –no andanas- de diversas estaciones de metro nace de una necesidad detectada por los equipos de calle de Arrels. Esta acción, que se ha llevado a cabo en otras ciudades como Valencia, está destinada a aquellas personas que quedan lejos de los recursos o bien no quieren ir, por diferentes motivos.
Propuestas a medio y largo plazo
- Invertir en medidas de alojamiento definitivo que garanticen una seguridad y una estabilidad a medio y largo plazo. Es importante que cuando una persona accede a un recurso tenga la certeza que no tendrá que volver a la calle.
- Mejorar la gestión de los recursos de alojamiento y evitar así situaciones de incertidumbre en las que se puede encontrar la persona, cuando, por ejemplo, tiene que hacer largas colas para acceder a una plaza en un albergue municipal o de cualquier otro recurso.
- Incidir de forma efectiva en el acompañamiento continuado de las personas que duermen en la calle con el fin de fortalecer el vínculo con ellas. Cuando se crea una relación de confianza es más fácil que la persona acepte la ayuda y decida avanzar por si misma. La implicación de la ciudadanía es básica, tanto a nivel humano, acercándose a las personas, preguntando como están y que necesitan, como a nivel económico. La campaña #nadiesinllave busca este apoyo para poder conseguir más viviendas dignas y estables para personas sin hogar.
Todas estas propuestas se basan en situaciones y testimonios con los cuales nos hemos encontrado estos días:
- Ramón no pudo ir a los recursos habilitados por el Ayuntamiento porqué no tenía billete de metro para desplazarse hasta allí.
- Otra persona que acompañamos no quiso acceder a los recursos por malas experiencias anteriores y por una sensación de falta de seguridad.
- Una chica está agotada de ir de recurso en recurso: estuvo alojada un mes en el Centro de Acogida Nocturna de Emergencias (CANE), después pasó cinco noches en el Servicio de Estadas Breves del CUESB hasta que cerró el pasado sábado. Ahora se acoge en la parroquia de Santa Anna y está en la lista de espera para una plaza en los albergues municipales.
- Un chico estuvo haciendo cola para acceder al CANE y no pudo entrar. Aquella noche fue a dormir a las urgencias de un hospital.
- Otras personas que no han querido ir a los recursos por no poder acceder a ellos con animales, por problemas de salud mental o por falta de confianza.