Vivir en la calle deteriora la salud y acorta la esperanza de vida. De media, una persona que ha vivido en la calle en Barcelona vive 25 años menos que cualquier otro vecino o vecina de la ciudad.
Los motivos son muchos, y se suman unos a otros: el frío en invierno, el calor en verano, la tensión de tener que buscarse la vida cada día, el miedo, la inseguridad y la violencia a la cual está expuesta la persona, la mala alimentación, las adicciones en algunos casos y la falta de acceso a la sanidad.
Muchas de las personas a las que acompañamos tienen una salud frágil a causa de alguna enfermedad física o mental; otras tienen una edad muy avanzada. Cuando una persona a la que conocemos empieza a vivir en una residencia, por motivos de edad o de salud, la seguimos acompañando. Un equipo de personas voluntarias la visita regularmente, y se ocupa de que se encuentre bien, y de que no le falte nada importante, acompañándola en esta nueva etapa.
¿Cómo queremos ser tratados cuando pasamos los últimos días en un hospital? ¿Cómo queremos que sea nuestra ceremonia de despedida? ¿Queremos reencontrarnos con la familia? Son conversaciones importantes para asegurarnos de que respetamos la voluntad de las personas.
En 2017 acompañamos a Antonio a gravar sus canciones preferidas de forma profesional. Era una de sus deseos antes de morir y lo hicimos realidad.
Des de Arrels velamos para que todas las personas sin hogar que conocemos puedan estar acompañadas hasta el último momento de su vida, y también durante la muerte.
En 2023, hemos dicho adiós a 55 personas que vivían o que habían vivido en la calle en Barcelona. Tenían una media de edad de 57 años; esto significa 25 años menos que el resto de barceloneses y barcelonesas que también nos han dejado.
En Arrels no queremos que nadie se despida en soledad. Y por eso acompañamos hasta el último momento de la vida a personas que conocemos y que viven o han vivido en la calle. Cuando una persona muere, nos encargamos de contactar con la familia, nos coordinamos con los servicios funerarios para preparar la despedida, y avisamos a todos los miembros de la entidad de la fecha y la hora del entierro. Nuestro objetivo es que todo el mundo sea enterrado con dignidad y en compañía.
Durante muchos años en Arrels hemos organizado un encuentro íntimo para recordar a las personas sin hogar vinculadas a la entidad y que nos han dejado a lo largo de los últimos doce meses.
En 2016, por primera vez, decidimos hacer pública esta realidad trasladando el acto a la calle, para dar visibilidad a todas estas defunciones en colaboración con otras entidades de Barcelona.
Muchas de las personas a las que acompañamos desde Arrels han trabajado pero no han cotizado, y por este motivono pueden acceder a determinadas prestaciones, como la pensión por jubilación. En la mayoría de casos las ayudas son insuficientes para tener una vida autónoma. Arrels trabaja con otras entidades sensibilizando e incidiendo en las administraciones publicas, reclamando prestaciones dignas que permitan vivir con independencia.