“Desde hace muchos años, la atención a las personas sin hogar se basa en una serie de pasos donde el acceso a la vivienda está al final de todo el proceso. Se pide a las personas que vengan al centro/recurso y muchas no quieren. ‘No quieren ayuda’, se va repitiendo una y otra vez. Cuesta bastante asumir que, seguramente, el problema está en que no ofrecemos lo que necesitan. Me recuerda aquella persona a la que le duele el brazo y no quiere ir a urgencias, ¿no quiere ir porque no se fía de la atención o porque le gusta el dolor? Es necesario que nos adaptemos a las necesidades de las personas, no que las necesidades de la gente se adapten a lo que podemos ofrecer.
Arrels forma parte de Feantsa, una red europea de entidades que trabajan con personas sin hogar. En Feantsa hace años que se habla de Housing First (‘primero la vivienda’), un modelo de atención a personas sin hogar que está funcionando muy bien allá donde se pone en práctica. Consiste en un cambio en la manera de proceder: la persona no debe avanzar por un camino establecido para acceder a la vivienda, sino que la vivienda se considera el punto de partida para que la persona mejore. Esto significa, por ejemplo, que directamente se ofrecería un piso a una persona que está en la calle.
En el último año hemos profundizado bastante en el Housing First. No es fácil. Se necesita un cambio de mentalidad importante, romper tabúes, asumir riesgos, retos nuevos, etc. Pero como es una manera de actuar que está funcionando en muchos sitios, hay que probarlo. Lo probaremos.
Diferentes estudios concluyen que el Housing First funciona en nueve de cada diez casos. ¿Qué pasará, entonces, con esta persona de cada diez? Habrá que usar recursos residenciales como la Llar Pere Barnés de Arrels, sin olvidar el modelo de atención tradicional y, sobre todo, seguir siendo imaginativos en las respuestas que ofrecemos.”
Editorial de Ferran Busquets, director de Arrels, en el número 5 de la revista Arrela’t.