Somos un grupo de personas que hemos vivido en la calle o que conocemos de cerca qué significa tener que vivir al raso y las consecuencias que esto conlleva. Queremos sensibilizar sobre la realidad invisible de las personas sin hogar porque, cuando vives en la calle, la mayoría de tus derechos se ven vulnerados. Tener que vivir en la calle hace prácticamente imposible poder votar y presentarse como candidato/a en unas elecciones municipales.
Queremos incidir en la campaña electoral para recordar que vivir en la calle no es normal y proponer soluciones factibles en el ámbito municipal. Nadie debería ser invisible.
En Barcelona, más de 1.200 personas sobreviven en la calle. En Cataluña no lo sabemos porque solo 21 de los 947 municipios tienen cifras que dimensionen la problemática. Como mínimo, hay más de 1.700 personas durmiendo en las calles de Cataluña. Conseguir #nadiedurmiendoenlacalle es posible si todas las administraciones se implican. Desde los ayuntamientos se podría transformar la situación con medidas a corto plazo.
No podrían presentarse a estas elecciones municipales. Nadie podría votarles. Habrían perdido éste y otros muchos derechos.
Hemos transformado algunos de los candidatos que se presentan a la alcaldía de Barcelona para evidenciar lo inverosímil que es que una persona sin hogar pueda transformarse en un actor político de peso. En concreto, hemos adaptado los carteles de campaña de Ernest Magarall, Ada Colau, Jaume Collboni y Xavier Trias, transformando las imágenes de los candidatos/as y sus mensajes y lemas electorales, y llevándolos a una situación de sinhogarismo, en una acción que se incluye en nuestra campaña #nadiesinderechos.
Los carteles representan a cuatro candidatos/as pero su mensaje se dirige a todas las formaciones políticas. Esta transformación la hemos realizado utilizando la inteligencia artificial; hemos elegido a los candidatos y candidatas de las formaciones que actualmente tienen más representación en el consistorio.
Necesitamos políticas transformadoras de lucha contra el sinhogarismo en el ámbito municipal y visibilizar el hecho de que las personas sin hogar están excluidas, en la práctica, del derecho a la plena ciudadanía: no podrán presentarse como candidatas a unas elecciones, hacer propuestas políticas e incidir en la sociedad; muchas veces tampoco tienen derecho a voto.
Estas elecciones municipales, ¡nadie sin derechos!