Del 18 al 25 de octubre, salimos a recorrer la ciudad de Barcelona para colocar más de 450 placas de recuerdo de las personas sin hogar que nos han dejado durante los últimos 8 años. La acción busca recordarlas y visibilizar que las personas sin hogar tienen muchos de sus derechos vulnerados, incluso el derecho al recuerdo una vez nos han dejado. En los últimos 8 años, nos han dejado 494 personas sin hogar. De éstas, como mínimo 136 vivían en la calle, el 64% de las cuáles han muerto en la calle.
Miguel era una persona que conocíamos desde hace muchos años. Nuestras compañeras del equipo de calle lo visitaron muchas veces. Miguel vivía y murió en la calle. Tenía 74 años. El suyo no es un caso único; como él, otras personas que hemos conocido nos han dejado de manera inesperada cuando todavía vivían al raso. Mohamed, con solo 22 años, es otra de las personas que recordaremos este año y que vivía en la calle en Barcelona.
Para recordar a Mohamed, a Miguel y a otras muchas personas que nos han dejado durante los últimos 8 años, cada año organizamos un acto de recuerdo en la Catedral de Barcelona y a partir del 18 de octubre saldremos a colocar placas de recuerdo en la calle, allá donde solían estar las personas. Son placas de recuerdo que visibilizan sus nombres, edades y fecha de defunción y que estarán en los parques y calles donde estas personas dormían o frecuentaban.
El nuestro es un recordatorio simbólico, una pequeña placa de cartón, pero nos sirve para explicar que vivir en la calle supone estar expuesto a muchos riesgos y violencias. También implica no poder cuidar la propia salud y vivir bajo condiciones climatológicas extremas. Las personas que viven en la calle ven vulnerados la mayoría de sus derechos, incluso el derecho al recuerdo.
De las 494 personas que han muerto en los últimos 8 años (desde otoño de 2015 hasta ahora), un 88% son hombres y un 12% mujeres. Tenían una media de 57 años, por lo que han vivido 25 años menos que el resto de la población.
Una acción posible gracias a la colaboración ciudadana
Cuando muere una persona sin hogar, muchas veces no tiene nadie que lo acompañe en sus últimos momentos. Desde Arrels, estamos junto a las personas que atendemos permanentemente, tanto en vida como una vez nos ha dejado. Acompañamos las personas en su entierro, decimos unas palabras en la ceremonia, procuramos que tengan una placa en el cementerio a pesar de que el entierro sea de beneficencia.
También nos encargamos de comunicar cómo ha vivido y cómo ha muerto. Por ello, pensamos en poner un elemento que sirva para recordar a las personas que nos han dejado. ¿Pero cómo podemos poner 450 placas de recuerdo? Gracias a la colaboración de 9 centros educativos con 375 estudiantes, entidades y empresas colaboradoras, así como personas voluntarias, trabajadoras y que atendemos desde Arrels.
El 64% de las personas que vivían en la calle han muerto en la calle
El 2016 fue el primer año que salimos a la calle a recordar las personas sin hogar que nos habían dejado. Desde entonces, lo hemos hecho cada mes de octubre y en los últimos 8 años, nos han dejado 494 personas sin hogar. De éstas, como mínimo 136 vivían en la calle, el 64% de las cuáles han muerto en la calle. El resto de personas tenían algún lugar donde vivir o resguardarse.
En cuanto a los motivos de las defunciones, un 52% de las personas han muerto por motivos de salud, un 4% por suicidio, un 3% por sobredosis, un 3% por violencia, un 3% de envejecimiento y un 33% por causas que no conocemos. Cuando hablamos de motivos de salud muchas veces no podemos dejar de pensar en que han estado enfermedades que tenemos toda la población, pero que cuando vives en la calle tienes más dificultades para detectarlas, para ir al médico de manera continuada, para acceder a tratamiento o medicación y, sobretodo, para una atención sanitaria preventiva.