Hasta el 18 de diciembre, te invitamos a pasar por el centro cívico Pati Llimona y descubrir El laberinto de nuestras vidas, una exposición vivencial que quiere adentrarse en las causas que hacen que una persona acabe viviendo en la calle y en los esfuerzos para salir de ella.
Cuando preguntas a una persona que ha vivido en la calle cómo llegó a esta situación, la respuesta suele ser siempre parecida: No lo sé. Una persona acaba durmiendo en la calle después de un camino muy largo y en el que se van sucediendo los motivos: una separación o la muerte súbita de alguien querido, quedarse sin trabajo, el aumento del alquiler, una respuesta no adecuada por parte de la administración… Y así se entra en el laberinto.
El laberinto de nuestras vidas pretende precisamente eso: mostrar desde la mirada de personas que han vivido en la calle cómo se llega a esta situación, que hay callejones que parece que no tienen salida pero que hay alternativas. La exposición está formada por 40 fotografías y se enmarca en el 30 aniversario de Arrels para seguir sensibilizando y dar a conocer nuestra labor.
¿Qué encontraréis en las imágenes? Personas que tienen un hogar y que nos lo muestran, momentos lúdicos y para ocupar el tiempo libre de manera útil, mochilas en la consigna y zapatos para cuidar los pies cansados de la calle, sonrisas y miradas que interpelan sobre las vidas de cada uno de nosotros.
30 años diciendo #nadiedurmiendoenlacalle
En Barcelona, cada noche duermen en la calle 1.026 personas y otras 2.006 lo hacen en los recursos públicos y privados de la ciudad. La misión de Arrels es acompañar y atender a las personas sin hogar que sufren una situación más cronificada y vulnerable, así como sensibilizar y denunciar para transformar la situación.
Desde la creación de Arrels hace 30 años, hemos atendido a más de 11.000 personas sin hogar y hemos ido evolucionado. En su momento, por ejemplo, abrimos El Refugio para dar cobijo a varias personas y hoy en día ofrecemos alojamiento estable gestionando 75 pisos, el hogar Pere Barnés y el Piso Zero, entre otros.
También hemos ido ampliando el equipo de calle y los servicios que ofrece el centro abierto, por el que el año pasado pasaron más de 1.500 personas; hemos seguido fomentando la ocupación del tiempo útil con el taller de Arrels y hemos querido saber más sobre la realidad del sinhogarismo en Barcelona, participando en recuentos nocturnos y promoviendo censos que aportan información útil.
El objetivo es el mismo que hace 30 años: seguir avanzando para hacer posible #nadiedurmiendoenlalcalle. Las puertas del laberinto son un paso más para conseguirlo.
El laberinto de nuestras vidas
- Fotografías de Juan Lemus, de Arrels Fundació
- ¿Dónde? En el centro cívico Pati Llimona (c/Regomir 3, Barcelona)
- ¿Cuándo? Del 30 de noviembre y hasta el 18 de diciembre.