La red europea Feantsa y la fundación francesa Abbé Pierre acaban de publicar el Índice Europeo sobre Exclusión Residencial, que recoge datos preocupantes sobre la situación del derecho a la vivienda en España. De los 28 países analizados, España se encuentra en el número 17.
El 10,9% de la población española dedica más del 40% de sus ingresos a pagar la vivienda donde vive y, en el caso de las familias que viven en situación de pobreza, la cifra aumenta hasta el 39,6%.
Las cifras las da el Índice Europeo de Exclusión Residencial, publicado por la fundación francesa Abbé Pierre y la red europea Feantsa. La información recogida se basa en estadísticas oficiales de Eurostat que tienen en cuenta datos sobre el gasto en vivienda por parte de la población y la calidad de la vivienda y sus condiciones.
Con toda esta información, Abbé Pierre y Feantsa elaboran un ranking entre 28 países de la Unión Europea. El Estado español se encuentra en el puesto número 17 y ha bajado dos puestos en los últimos años. Algunas cifras destacadas son:
- El 39,6% de las personas que viven situaciones de pobreza en el Estado español destinan el 40% o más de sus ingresos a pagar su vivienda. Se trata de un porcentaje que ha sufrido uno de los incrementos más importantes, en comparación con el resto de países europeos.
- El 7,2% de la población no puede pagar o presenta retrasos en el pago de su vivienda. En este aspecto, España tiene uno de los índices más elevados de la Unión Europea y se encuentra en el puesto 25 de los 28 totales.
- El 11,1% de la población no puede mantener su casa a una temperatura adecuada, un incremento de más de tres puntos desde el año 2007 y también muy por encima de la media europea.
- Los hogares empobrecidos que pagan un alquiler a precio de mercado son un 18,5% en el Estado español, una cifra que supone uno de los principales aumentos a nivel europeo, junto a Irlanda, Portugal y Estonia.
Según Feantsa, esta situación demuestra que “la población que vive en situación de pobreza está cada vez más expuesta a las fluctuaciones del mercado de la vivienda y pone de manifiesto la necesidad urgente de un enfoque estratégico en temas de vivienda, oferta y asequibilidad”.