Cuando una persona duerme en la calle o debe dejar la habitación de alquiler donde vive necesita un lugar seguro donde guardar sus cosas y la documentación. Arrels ofrece una consigna para que quien lo necesite deje sus objetos personales. En los primeros seis meses de 2014, 159 personas han utilizado este servicio.

Documentos, ropa y objetos personales conforman el equipaje vital básico de las personas. Pero cuando no se tiene un techo estable o se vive en una habitación de alquiler, el miedo a robos o la falta de espacio hacen que muchas personas necesiten un lugar seguro para dejar sus cosas. Arrels dispone de un servicio de consigna para que las personas sin hogar que lo necesiten puedan utilizarlo durante un tiempo.

La consigna se encuentra en el Centro Abierto de Arrels (c/Riereta, 24) y funciona de lunes a viernes, de 16h a 19.30h (y menos los meses de verano, también los sábados). Las personas que lo soliciten pueden dejar, durante un período máximo de un mes, una maleta o bolsa. En los casos en los que la persona no vuelve a buscar sus cosas, se guarda la documentación y se tira el resto del equipaje.

Pocas consignas públicas en Barcelona

La consigna “es uno de los servicios más demandados, ya que en Barcelona sólo hay otro lugar, el centro de acogida Assís, que disponga de consigna, y los albergues sólo ofrecen esta posibilidad a las personas que duermen”, explica Anna Rodriguez Titos, responsable del Centro Abierto. Una oferta insuficiente teniendo en cuenta que, en Barcelona, 900 personas duermen cada día en la calle. En este sentido, Ana Rodriguez Titos señala que la situación ideal sería que cada barrio de la ciudad pudiera tener una consigna para que más personas pudieran utilizarla. En lo que va de año, 159 personas han hecho uso de este servicio en Arrels.

Este servicio forma parte de los recursos de primera acogida de la entidad (duchas y ropero) y está gestionado por voluntarios y educadores que atienden las demandas y llevan un registro de las personas y de las entradas y salidas de objetos. Las personas usuarias de la consigna no siempre utilizan el resto de servicios, pero el contacto que se establece con ellas también permite “hacer un seguimiento de su situación y de posibles problemáticas que les afecten“, señala Anna Rodriguez Titos.

 

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