Con la irrupción del coronavirus se han activado medidas de prevención y contención que se dirigen a la población en general pero ¿qué pasa con las personas que no tienen un hogar y que viven en la calle? Se trata de un colectivo de riesgo, con una salud deteriorada por el hecho de tener que vivir en la calle y que, además, puede sufrir las consecuencias del cierre o la reducción de recursos.
Lavarse las manos de manera frecuente, utilizar pañuelos desechables, restringir la actividad social, no compartir comida ni utensilios sin limpiarlos, mantener una distancia mínima con el resto de personas, quedarse en casa… Son algunas de las medidas que estos días se pide a la ciudadanía para prevenir y contener el coronavirus. El hecho de no tener un hogar, sin embargo, impide a las personas que viven en la calle cumplir estas recomendaciones.
Vivir en la calle significa para la persona estar expuesta a muchos riesgos durante todo el año, deteriora su estado de salud y reduce los años de vida. Como explica Daniel Roca, médico que conoce la realidad de las personas sin hogar desde el punto de vista de la salud, muchas de las personas que viven en la calle presentan enfermedades crónicas, tienen una mayor incidencia de enfermedades infecciosas y más riesgo de enfermar de pulmonía. “Para las personas que viven en la calle, el coronavirus es un mal más añadido a una situación de precariedad extrema. Todo lo que se está recomendando a la población no es posible para las personas que viven en la calle”, afirma.
Los resultados del censo de personas que viven en la calle en Barcelona, que organizamos el pasado mes de junio, refuerzan esta idea. Un 30% de las personas entrevistadas perciben tener una enfermedad crónica (por ejemplo el hígado, los riñones, el corazón, el estómago o los pulmones). Es decir que un tercio de las personas que duermen al raso en la ciudad están en mayor riesgo ante el coronavirus. A esta situación se añade el hecho de que muchas de las personas que viven en la calle tienen dificultades para pedir ayuda cuando no se encuentran bien o están enfermas.
Más preguntas que respostas
En Catalunya, más de 5.500 personas viven directamente en la calle o duermen en albergues, según cifras recogidas en 2017 en el marco de la estrategia integral para abordar el sinhogarismo. En Barcelona, sabemos que como mínimo 1.200 personas viven en la calle y que más de 2.100 personas pernoctan en los recursos públicos y privados que existen en la ciudad.
Desde los gobiernos de la Generalitat de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona afirman que el objetivo de las medidas que en general se están implementando es contener la expansión del coronavirus y proteger a las personas más vulnerables, como las personas mayores y las personas con enfermedades crónicas. En el caso de las personas sin hogar, sin embargo, nos surgen preguntas: ¿Cómo podrá saber una persona que duerme en la calle si tiene o no coronavirus? ¿Cómo puede hacer cuarentena de una manera protegida si no tiene casa?
Y aún una tercera pregunta: ¿Cómo podrán las personas que viven al raso acceder a servicios básicos en el caso de que tengan que cerrar la mayoría de los recursos? De momento, sabemos que los recursos públicos y privados que en Barcelona se dirigen a las personas sin hogar están implementando medidas de protección y que algunos servicios de comedor han cerrado durante dos semanas por prevención. Se trata de cuestiones que miran a corto plazo y que como en otras ocasiones –como en la Operación Frío y el temporal Gloria– necesitan un abordaje desde una mirada a largo plazo y que apueste por garantizar el alojamiento de las personas que viven en la calle.
Y desde Arrels, ¿cómo lo afrontamos?
Como entidad que atendemos y acompañamos a personas sin hogar, nos preocupa la situación actual, las personas que conocemos y que sabemos que están en riesgo y poder abrir los servicios ofreciendo la máxima atención posible. Por un lado, los equipos de calle continúan visitando a las personas que viven en la calle para saber cómo se encuentran y qué necesitan. Por otro lado, seguimos abriendo el Piso Cero para que las personas más cronificadas puedan pasar la noche y la residencia de Arrels –que acoge a personas que han vivido en la calle y que tienen una salud muy frágil- está minimizando riesgos y evitará el contacto con personas externas para proteger a los y las residentes.
En este contexto, estos días en el centro abierto -donde habitualmente se concentra un elevado número de personas- hemos priorizado la entrada de las personas con más riesgo y vulnerabilidad y hemos mantenido los servicios básicos como las duchas y la consigna. Hoy, 13 de marzo, el centro permanecerá cerrado por prevención; la causa es un posible caso de contagio que finalmente no ha dado positivo. Esperamos volver a abrir el lunes recuperando servicios para las personas que los necesitan.
Más información:
Información del Ayuntamiento sobre el coronavirus
Información de la Generalitat de Catalunya sobre el coronavirus
Qué puedes hacer si ves a una persona durmiendo en la calle
Hola.
Necesitais gente en Barcelona para afrontar la situacion?
Gracias,
Clara
Hola bon tarda,
Llegint el vostre article em pregunto si necessiteu algun tipus d ajuda extra aquests dies.Se m acudeixen moltes coses en les quals podrieu necessitar un cop de mà.
Us deixo el meu email per si fos el cas.
Específicamente el tocar, besar, y tener contacto con secreciones, la inhalación de gotas cuando una persona infectada tose o estornuda y, cuando una persona saludable toca, con las manos infectadas, su cara, nariz, o boca.