La campaña de Arrels Fundació de este año habla de llaves y a través de esta metáfora quiere sensibilizar sobre la problemática del sinhogarismo. Una cuestión que cada vez despierta más la inquietud de la ciudadanía barcelonesa, si se tiene en cuenta el alto nombre de consultas y avisos sobre el tema que se reciben: durante este 2016, se han recibido unos 3.700 avisos de ciudadanos que informan a Arrels de que han visto alguien durmiendo en la calle a través de los diferentes canales que la entidad tiene abiertos, una cifra que supone una media de más de 10 avisos diarios.
La APP Arrels Localizador, que se inauguró en enero de este año, es el canal que más consultas ha recibido, más de 3.000. Aparte, se han recibido también unas 350 notificaciones a través del localizador de la web de la entidad y una media de una o dos llamadas diarias. A estos datos se les sumarían los abundantes avisos recibidos a través de los canales de la entidad en las redes sociales y por correo electrónico.
Esta respuesta muestra que la ciudadanía está cada vez más implicada en la situación de las personas sin techo. Actualmente, hay unas 3.000 personas sin hogar en Barcelona, y 941 personas duermen cada noche en la calle. En toda Cataluña, la Agència de l’Habitatge de Catalunya calcula que hay 48.454 personas que sufren mal alojamiento, mientras que 5.433 duermen en la calle.
Para poner de relieve esta problemática y aumentar el conocimiento y la implicación de la ciudadanía, Arrels pone en marcha la campaña “Nadie sin llave”, que quiere transmitir la idea de que significa no tener una llave. Una llave que para la mayoría de gente es un objeto cotidiano, pero que para una persona que no tiene hogar simboliza conceptos como dignidad, tranquilidad, estabilidad, paz. La entidad ha hecho una llamada a la ciudadanía para pedirles que lleven a su sede todas las llaves que no utilicen. A cambio, se les da un llavero de madera hecho por personas sin hogar en el taller “La Troballa”, de Arrels. Con las llaves recogidas, en enero se organizará una acción artística para sensibilizar sobre la situación de las personas sin hogar. De momento, se han recogido ya cerca de 5.000 llaves.
La campaña pone el acento en el hecho que todos y todas tenemos la posibilidad y la responsabilidad de contribuir a este cambio y pide la implicación ciudadana para hacer posible el reto #nadiedurmiendoenlacalle. Alojar a una persona una noche, con el seguimiento social que la persona necesita tiene un coste de unos 22 euros. La campaña también informará sobre qué hay que hacer cuando se ve a alguien en la calle. Por ello, se harán diferentes salidas por Barcelona en las que se repartirá un foyer con consejos y se ha elaborado un vídeo en el que personas que duermen o han dormido en la calle dan su visión sobre qué esperan las personas sin hogar de la ciudadanía.
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